Latidos de América

¿Cómo comprendernos si no nos conocemos? Partiendo de esta pregunta, Ariel Carlomagno atraviesa Latinoamérica, con su equipo a cuestas. Sin la pretensión de haber obtenido una respuesta concreta, vuelve, sin embargo, con una colección de imágenes que destacan un aspecto fundamental de la riqueza del continente, la diversidad.

El trabajo propone al espectador conocer un poco más de cada uno, de cada pueblo, con el fin de lograr un acercamiento, pues cómo podremos ser un gran pueblo unido si no nos conocemos. Los múltiples casos de discriminación entre los pueblos latinoamericanos, que en ocasiones rozan la xenofobia, plantean una problemática que impide esa unión que tanto forma parte del discurso político, pero que se encuentra inmersa en la mas cruda realidad cotidiana: chilenos contra argentinos, guatemaltecos contra mexicanos, nicaragüenses contra hondureños, salvadoreños contra costarricenses. ¿Por qué? ¿Qué genera estos sentimientos de hostilidad entre quienes deberíamos vernos como hermanos?

Sí, somos diferentes, pero esas diferencias son precisamente la riqueza de Latinoamérica. Esa es la mirada de Carlomagno, quien logra captar lo singular de cada pueblo, resaltando los valores de entrega, dedicación, compromiso y dignidad de quienes viven en estas tierras. Desde el río Bravo hasta Tierra de Fuego, pasando por las conglomeradas áreas urbanas, selvas y desiertos. Buscando la interacción entre los hombres y el vínculo con su entorno natural, sus calles y plazas, su flora y su fauna, su historia, sus costumbres y tradiciones. Buscando la enorme belleza de la gente.